martes, 10 de febrero de 2009

"La muerte como máxima expresión de libertad; Eluana Englaro, Eta y De Juana Chaos"

Pablo Picasso - La Vida

Considero que la decisión de vivir es la máxima expresión de libertad que tenemos.

Nacer no es decisión nuestra, y, desde ahí, todo viene condicionado por el lugar de nacimiento, cultura, costumbres, educación... y, pese a poder ser una elección insensata, inconcebible, incluso cobarde o temerariamente valiente, no dejo de respetar (aunque lógicamente no comparto) la decisión del que opta por llevar al límite su libertad.

No voy a entrar en debates moralistas, ni en discusiones subjetivas que no llevan a nada, simplemente, pese a que no estoy demasiado lúcido para escribir, creo que el fallecimiento de Eluana Englaro es lo suficientemente importante como para dejar constancia en estas líneas.

Entiendo ambas partes, ambas luchaban por salvarla, unos de la vida (asistida) y otros de la muerte (asistida). El problema es que ninguno de los dos tienen la certeza absoluta, nadie sabe con total seguridad qué hubiera decidido ella, ya que ninguno de los que estaban decidiendo por su vida o su muerte se han visto en una situación similar, y mucho menos podían saber la voluntad de ella en esos momentos (por más que diga su padre se basa en una conjetura extraída de su personalidad), con lo que todos tienen el riesgo de equivocarse, por eso prefiero no inclinarme por ninguno los bandos, sería una temeridad absurda.

Sin embargo, coincidiendo este hecho con otro atentado irracional de Eta en Madrid (Ifema), me ha venido a la cabeza el esperpéntico De Juana, y no he entendido nada.

Eluana, independientemente de que la elección sea la correcta o no, no ha podido decidir, mientras que De Juana hizo una huelga de hambre voluntaria siendo totalmente consciente de que el fin era fallecer, y, sin embargo, se le alimentó de forma asistida.

Somos hipócritas. Por quién no ha podido decidir hacemos un canto a la muerte digna, y a quién ha decidido sobre su vida (y la de 25 inocentes con condena firme), le obligamos a vivir en una oda a la vida como derecho humano (¿humano este personaje?), y, es más, hoy me ha dado la sensación completamente personal de que se les ha subido al mismo escalón de mártires en su cruzada.

Creo firmemente que el problema de estas situaciones es el mismo, la información, la publicidad.

Sin información no hubiese habido el circo de Eluana y hubiese tenido el mismo fin, pero con mucha más paz y dignidad. Por otra parte, el atentado de esta mañana tiene ese sentido, decir al mundo que están ahí, no olvidarlos, su intención no es matar, sino generar el pánico nacional. Y si hablamos de De Juana, en ningún momento debía haber salido en ningún medio informativo como víctima, si decidió dejar de comer, ya es mayor para saber las consecuencias, no es noticia, y si fallece, descanse, si es que puede, en la paz que se merece, ni más ni menos.

El día que todos estos hechos irracionales existan, pero dejen de ser noticia, significará que el mundo ha empezado a madurar.

De hecho pienso firmemente que soy partícipe de este sensacionalismo pernicioso al escribir estas líneas.

En definitiva, hoy de lo único que tengo certeza es de que Eluana, acertada o erróneamente, ya no está entre nosotros. Descanse en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario