miércoles, 14 de enero de 2009

"Mi Karma - Ep. I: Primer aviso"


Cumpliendo con mi compromiso de contar la evolución de mi propósito para este 2009, abro este apartado íntimo pero que creo que puede ser de utilidad (autosíntesis reconfortante).

Primero decir que le he llamado "karma" porque creo que es la definición que más se ajusta a mi sensación (energía metafísica (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas; fuente wikipedia), no porque profese ninguna religión oriental.

Segundo, confesar que hoy, por primera vez, se ha tambaleado seriamente mi propósito (soy consciente de que no voy a aguantar mucho).

Como ya dije creo vivir con el "Síndrome del Eternamente Engañado", con un alto grado de escepticismo que me lleva a que se haga raro el día que no tenga que repetirme "de lo que te digan hay una mitad que inexorablemente es mentira, y la otra mitad ponla en duda".

Hoy, como muchos otros días, en la búsqueda del porqué sólo encontraba una respuesta ajena y sin mayor justificación, "porque sí", y ante la ilógica e impotencia de las situaciones he vuelto a tener, por dos veces, la sensación de que la presión se me acumulaba en el pecho y que la sangre me encendía la cara.

Ante estas situaciones he sido lo suficientemente racional para imponer un resorte útil, basado en mis experiencias anteriores, he pensado que si perdía el control iba a perder la razón y acabaría en el caos psicológico (remordimiento, arrepentimiento, pérdida de sueño...) así como malestar físico (tensión, dolor de cabeza,...), ¡¡¡he tenido en cuenta el karma!!!... y me he demostrado a mí personalmente, y a quien me acompañaba, que si respondes con buen rollo generas tal desconcierto y contagio en el exterior, y tal sensación interior, que la presión desaparece, la sangre fluye, y en este momento sólo me queda esperar plácidamente a que el sueño venga.

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