domingo, 11 de enero de 2009

"Mi propósito para este año 2009"

Cada inicio de año la mayoría de la gente se marca una meta, un fin, como puede ser dejar de fumar, adelgazar, apuntarse a un gimnasio, ir a algún destino soñado,... "de este año no pasa".

Tal vez este año de caos, de paro, de dificultad económica, hay otros propósitos más inmediatos como puede ser encontrar trabajo, resistir el temporal, o simplemente, que pase cuanto antes.

Por mi parte, el propósito que me he marcado no coincide con el nuevo año, sino que por circunstancias me vino a la mente y quiero llevarlo a la práctica. Tras un año 2008 muy comlicado profesionalmente, con cambios, problemas, sin vacaciones de verano, y viviendo diariamente con la duda que te genera sospechar que todo el mundo te engaña, llegó Navidad y el trabajo se volvió intermitente, la tensión disminuyó y el cuerpo dijo "basta".

Por este motivo, y viendo que empezaba el 2009 en el mismo sentido, con el mismo caos, esta vez fue mi mente la que dijo "basta" y me generó ún propósito firme que podría denominar de varias maneras: "Vivir de buen rollo", "tener y transmitir buenas vibraciones", como diría Earl "estar satisfecho con el karma", "tener el alma limpia", o "el aura en un color positivo".

En definitiva pienso que "la vida es un estado de ánimo", que hay un ente superior (llámese Dios, Buda, Alá,... o simplemente el destino) que siempre e indefectiblemente termina por ser justo y dar a cada cual lo que se merece (si no te salen las cosas tienes que seguir intentándolo, si te quedas sin trabajo es porque encontrarás algo mejor, si te deja la pareja encontrarás alguien que te merezca,...) por más que parezca que la mala gente triunfa al final los termina castigando la soledad, y que los problemas tienen la importancia que cada uno les quiera dar, depende del cristal y del optimismo/pesimismo con que se miren.

Lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte, y en realidad no sabemos si ese paso obligatorio es para mejor.

No sé si se cumplirá mi propósito, o como suele suceder con los gimnasios o con dejar de fumar, no aguantaré más de quince días (que es lo que me temo), pero mientras dure os iré contando cómo me siento "viviendo en positivo".

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